Frente… ¿de Izquierda? ¿Universitaria?
Aunque ahora que lo pienso bien, ya no sé si es Frente… parece que está de espaldas y que va de retro. En todas sus filas no se puede vislumbrar un solo nuevo cuadro… ¿Será acaso porque la última vez que el FIU convocó a Concurso de Méritos y Oposición fue hace 22 años? Pero en un triste pasquín a manera de patada de ahogado que este Frente (¿o de ladito?) hizo circular el 18 de marzo en el Teatro Universitario (que está devastado y que los ex FIU de Villacís y de César León (MPD) han servido en bandeja de plata al garrotero de Catacocha para que intente usurparlo escudándose en un supuesto apoyo de Correa) se busca criticar a la CIFI como si el FIU no hubiese podido en más de dos décadas democratizar la Universidad y lograr una planta titular total.
De poder podían, pero no querían… ¿Y por qué razón? Se preguntará más de un despistado… O sea, aparte de la pobreza mental y espiritual que los embargaba, lo que los ¨obligaba¨ a actuar así era el hecho de que, bajo la figura del contrato, los docentes que estaban en la UNL tenían que prostituirse politiqueramente para mantener sus puestos, y así fue como se creó una ¨casta¨ que manipulaba y vilipendiaba a los docentes contratados, quienes a la par se iban moldeando a un ambiente de oportunismo y degradación permanente, cosa que comenzaron a reproducir entre los estudiantes. Así, los FIU envejecieron en sus nombramientos y hoy son una sarta de viejos mañosos que poco saben de sus funciones, pues poco funcionaron.
El único más o menos nuevo era Nikolay Aguirre, pero ya se les había ido con Villacís. Aunque ahora que ya huele el rector a cadáver, nos comentan que una tracalada de fervientes detractores de la CIFI ha llegado a ofrecerse meretrizmente a respaldar a Tomás Sánchez: los investigadores privilegiados, los hermanitos Aguirre Mendoza, el Ortega que había demandado a la CIFI, Jorge Reyes Jaramillo (ex – alcalde por el MPD, que significa FIU), entre otras joyas, se han vuelto a agrupar para tratar de enfriar los ánimos de los interventores para con ellos.
En definitiva, todos aquellos que se pelean en elecciones, y que se unen en periodos de acreditación para planificarlo todo en quince días antes de las evaluaciones, son los mismos FIU que han cambiado de nombres y que han mudado de siglas, pero no de procedimientos y prácticas. Se han peleado y se han reconciliado mil veces por el puesto de Rector y otras hierbas… ¿Quién podría creer que la UNL se va a transformar cuando las mismas estructuras políticas siguen buscando tener el Consejo Académico Supeior?
Este ¨Frente¨ de… ¿izquierda? O como sea que quiera llamarse, es una especie de consigna chueca que muere en la misma concepción clasista con la que se ha desarrollado la Universidad, y que tiene su mejor reflejo en el mecanismo de presión que he detallado en los párrafos anteriores. Se deja ver también en la desidia hacia los trabajadores, quienes no son capacitados ni tomados en cuenta para nada.
¿Universitario? Pero si sus dirigentes dizque ¨políticos¨ nunca iban a clases y eso se ha visto reflejado en el deficiente estado de la UNL. Se desviven hablando de la excelencia académica y su producción (de tenerla) es mínima y mala. Encima de todo, tienen delirios de grandeza y quien realmente los conoce los deja actuar en su mundo ficticio y absurdo. Fueron creados para fallar: aquel frente turbio de supuesta izquierda que transa con cualquier pillo y con los identes también en el caso de Medicina Familiar, y que de universitarios solo tienen la usurpación del significado de esta palabra, no se merecen más oportunidades para contagiar a las juventudes con sus mañas y vicios.
Es hora de amputar la gangrena.